La intrahistoria de ‘¡Sálvese quien pueda!’: cómo Netflix rescató ‘Sálvame’ | Televisión

La intrahistoria de ‘¡Sálvese quien pueda!’: cómo Netflix rescató ‘Sálvame’ | Televisión

El 23 de junio de 2023, Sálvame echaba el cierre en Telecinco. Una hora antes de que terminara, y tras rumores varios, EL PAÍS adelantaba la noticia: el universo Sálvame se mudaba a Netflix con un reality que llevaría a ocho de sus colaboradores (Belén Esteban, Terelu Campos, Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Chelo García Cortés, Víctor Sandoval, Kiko Hernández y María Patiño) a Miami y México en busca de nuevas oportunidades de trabajo. Ese era el resultado de varias semanas de conversaciones entre la productora La Fábrica de la Tele y Netflix, una alianza que surgió casi de inmediato tras el anuncio del final del programa en Telecinco.

Ahora, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, responsables de La Fábrica de la Tele, recuerdan aquel momento. “Cuatro días después de que se filtrara la noticia y dos después de que nos lo comunicaran a nosotros oficialmente, recibimos una llamada de Netflix, que nos dice que tenemos las puertas abiertas para lo que consideremos, cualquier proyecto relacionado o no con Sálvame. Llegó en un momento muy delicado para nosotros en muchos sentidos, sobre todo emocionalmente”, contaba este viernes Óscar Cornejo a EL PAÍS.

La idea de sacar a los colaboradores del entorno controlado que era el plató, fuera del ecosistema que les ha creado como personajes, les rondaba la cabeza desde hacía tiempo, pero no habían encontrado la forma de llevarlo a cabo. Hacerlo mientras buscaban trabajo fuera de España, en las circunstancias en las que estaban, se les ocurrió casi de forma natural. “Los sacamos del plató y del país que les adora o les detesta, que en términos televisivos para nosotros es lo mismo”, continúa Cornejo.

Adrián Madrid y Óscar Cornejo, responsables de La Fábrica de la Tele, pocos días antes del estreno en Netflix de ‘¡Sálvese quien pueda!’. Claudio Álvarez

Netflix no fue la única plataforma que llamó a La Fábrica de la Tele. “Esa semana se produjeron varias llamadas sorprendentes, pero todas fueron esa semana, antes no. Tenemos la sensación de que desde fuera todo el mundo nos identificaba tanto con el grupo y el canal, y nos veían tan bien, que nadie veía posibilidad de acercarse”, comenta Cornejo. “Y nosotros nunca hemos hecho el ejercicio de acercarnos, porque estábamos tan involucrados en la programación de Mediaset que estábamos muy focalizados ahí”, añade Adrián Madrid.

Los ocho protagonistas de ¡Sálvese quien pueda! —ese es el título del programa que salió de ese proceso y cuyos tres primeros episodios, que se desarrollan en Miami, se estrenan en Netflix el viernes 10 de noviembre a las 21.00; otros tres episodios, en Ciudad de México, se reservan para principios de 2024— se apuntaron a esta nueva aventura sin apenas dudarlo. Cornejo y Madrid reconocen que algunos tenían miedo a enfrentarse al reto, especialmente María Patiño. “Ella tenía muchos prejuicios con el tema del reality, tenía temores de que desvirtuara su figura como presentadora”, cuenta Adrián Madrid. “Es muy perfeccionista y me decía ‘yo no voy a saber hacer eso”, recuerda Óscar Cornejo. Sin embargo, a la vuelta ella misma les reconoció que la experiencia había sido catártica y sanadora. De hecho, llama la atención la cantidad de veces que Patiño se emociona a lo largo de los tres primeros episodios.

Kiko Hernández, Lydia Lozano y María Patiño, en el segundo episodio de ‘¡Sálvese quien pueda!’.FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX

Antes de hacer las maletas, ¡Sálvese quien pueda! supuso una gran cantidad de trabajo. Había que llevar preparado al milímetro el viaje desde España. Un equipo de producción buscó programas a los que pudieran acudir los colaboradores y personalidades con las que se pudieran encontrar allí. “Nuestra sorpresa fue que allí les conocían. Quizá no los espectadores, pero los profesionales de la televisión les conocían todos”, relata Cornejo. A partir de ahí empezaron a pensar qué colaboradores acudían a cada programa y cada encuentro. “Ahí empezamos a jugar a lo que siempre ha sido Sálvame, a ver qué tramas les ponemos y cómo se enfrentan ellos a esas situaciones”, continúa el productor. Porque aunque no hay un guion tal cual, detrás del programa sí hay un equipo de redacción que provoca situaciones. “Que los colaboradores sean auténticos 100% no significa que lo que ocurre no haya sido preparado en parte por unos profesionales que nos dedicamos al entretenimiento. Lo que es real 100% son las reacciones de ellos”, apunta Cornejo.

Chelo García Cortés, Kiko Matamoros, Kiko Hernández, Belén Esteban, Terelu Campos, Víctor Sandoval, María Patiño y Lydia Lozano, los ocho colaboradores que viajan a Miami en ‘¡Sálvese quien pueda!’.FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX (FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX )

Y así llegamos a finales de julio de 2023, cuando un equipo de 45 personas más los ocho colaboradores y un total de 86 bultos de equipaje pusieron rumbo a América para un rodaje de 11 días. En cuatro aviones y tres minibuses recorrieron más de 19.170 kilómetros. El equipo ocupó cuatro plantas de hoteles en Miami y México y, con planes de grabación de 14 horas diarias, rodaron en 40 localizaciones diferentes. En total, todas las grabaciones de esos días ocupan ocho terabytes. Entre el equipo de 45 personas se encuentra el director (David Valldeperas), subdirectores, cámaras, técnicos de sonido, redactores que van siguiendo a los colaboradores en todos sus pasos y tomando nota de los momentos clave para facilitar la edición posterior, personal de producción cuya función es ir por delante de todo y preparar el siguiente paso… Entre ese equipo también estaban algunas de las maquilladoras y estilistas que trabajaron con los colaboradores durante años en Telecinco y que habían salido de Mediaset meses antes después de que el grupo externaliza esos servicios.

Belén Esteban, en una playa de Miami en el segundo episodio de ‘¡Sálvese quien pueda!’.FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX

El resultado, según explican sus responsables, es un programa en el que los colaboradores se han liberado del corsé del plató. “Era una convivencia en un lugar artificial, y aquí el plató son las calles, la vida misma. Es María Patiño perdiendo siete veces en un día la llave del hotel. La vida te genera situaciones muy marcianas, como Terelu desesperada nada más arrancar el viaje, en el aeropuerto, cuando se da cuenta de que no había puesto en la maleta sus sobres de Cola Cao. Como en la cafetería del aeropuerto no le vendían los sobre sueltos, se gastó 35 euros para poder pedir todos los vasos de leche que correspondían para llevarse los sobres de Cola Cao. Eso no te lo da un plató ni puede escribirlo un guionista, a nadie se le ocurre”, cuenta Óscar Cornejo.

Son situaciones que no aparecen en el reality, como tampoco lo hace el vuelo, en el que también se generaron momentos con la tripulación y otros viajeros que podría haber sido material del reality. Las cámaras grababan constantemente porque “con ellos nunca sabes cuándo surge la chispa”, dice Adrián Madrid. A la vuelta, llegó el turno de seleccionar el material de todo el contenido que tenían, ardua tarea. En esa fase, tuvieron muy presente la pregunta de a qué público se dirigían en Netflix y si era el mismo que el que les veía en Sálvame. “¿Esto lo va a ver un público más juvenil, más adulto, un público fan, nuevo? Ha sido una de las dudas que teníamos. Ellos han construido su relación con el público en otro programa y otro canal, y cuando sales, sigue presente tu historia. Todo eso ha influido a la hora de elegir material, porque el objetivo de cualquier productor y de Netflix es que esto tenga éxito, pero sobre todo que se entienda, que entretenga, divierta y no te pierdas”, dice Cornejo.

Óscar Cornejo y Adrián Madrid, en las oficinas de Netflix en Madrid. Claudio Álvarez

“Yo decía a Adrián que es como una radiografía de un grupo de héroes que se creían vencidos y en esta experiencia descubren que los héroes nunca mueren. Estaban inmersos en esta aventura con una mezcla de ánimo, desánimo, alivio… Y volvieron absolutamente renovados, fue catártico, un punto de inflexión”, resume Óscar Cornejo. “Es lo más genuino que ha dado el universo Sálvame desde aquel soplo de aire fresco que fue su llegada a la televisión hace 14 años. Es un canto a la libertad, a la amistad”, añade. “Para ellos fue un reconocimiento a todos estos años de trabajo, y en un momento muy delicado y de incertidumbre para ellos. Fue un salvavidas”, completa Adrián Madrid. “Netflix nos lo ha puesto muy fácil, no ha habido ningún tipo de condicionante en ningún sentido”, añade Madrid. “La libertad con la que hemos trabajado nos recuerda a los mejores tiempos de Mediaset”, apostilla Cornejo.

Belén Esteban y Terelu Campos, en el segundo episodio del ‘reality’ de Netflix.FELIPE HERNÁNDEZ/NETFLIX

Ahora que La Fábrica de la Tele y el universo Sálvame ha saltado más allá de Mediaset, ¿tendrá continuidad esta nueva aventura? “Para nosotros, [los colaboradores] son inagotables. Esto se acabará el día que ellos quieran o que los espectadores no nos quieran o que ninguna plataforma quiera ofrecerles un lugar. Es un grupo absolutamente reconocible y se ha reforzado entre ellos la idea de pertenencia a un grupo. Eso les blinda y les da una fuerza increíble. Si la respuesta era un sí o un no…, sí”, dice Cornejo. “Más que un trabajo, con este programa buscan una salida a su futuro profesional, y creo que aquí la han encontrado. Y que, por tanto, sí tendrá más recorrido”, añade.

En ese plan de continuidad en el futuro, ¿podría tener cabida Jorge Javier Vázquez, presentador de Sálvame? Cornejo y Madrid callan durante cinco segundos. “No nos vamos a pronunciar”, zanjan.

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By Jaime B. Bruzual

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