Euroliga jornada 12
Olympiacos y Real Madrid se volvieron a ver las caras seis meses después de la final de la Euroliga que los blancos conquistaron en Kaunas con aquella canasta terminal de Llull (78-79). Esta vez el escenario era el Pabellón de la Paz y la Amistad en El Pireo, primera parada griega del equipo de Chus Mateo antes de visitar este jueves al vecino Panathinaikos. También había caras nuevas (Campazzo) y alguna ausencia de peso (Sloukas y Vezenkov dejaron este verano el grupo de Bartzokas). Pero el resultado fue el mismo. Tras caer por un punto ante el Fenerbahçe (100-99), el Madrid se levantó con 23 puntos de Musa y 18 de Hezonja.
El equipo español, un arsenal ofensivo, arrancó con Causeur en sus filas para esposar a los lanzadores rojiblancos, aunque los visitantes encontraron un aliado en los fallos griegos desde el perímetro: siete triples seguidos errados hasta un bingo de Larentzakis. Por fuera no acertaban los locales, habitualmente afilados en la distancia, y por dentro Tavares era Tavares, un coloso aunque esta vez tuviera enfrente a Fall, un tallo de 2,18m. El gigante de Cabo Verde se gustó en el cuerpo a cuerpo, cómodo para recorrer menos metros, y festejó nueve puntos en el primer cuarto (19-23).
Alocén volvió a la Euroliga. Chus Mateo conectó el ventilador de los cambios, escenario en que el duelo suele igualarse. Llull encendió a la grada, Hezonja la congeló con su prodigiosa técnica y el Olympiacos seguía nublado desde el triple (27-33). Reservado Tavares, resistía el conjunto griego a base de mucho rebote ofensivo (11 en la primera parte) y de las pérdidas blancas, pegando acelerones. Con un parcial de 7-0 alcanzó vivo el descanso: 36-37. Había batalla en El Pireo.
Campazzo retomó el volante y apareció Musa para aportar muchos puntos a la cesta. Fall competía con Tavares en las alturas, una extraña película en Europa. Y las defensas apretaban en cada baldosa. El encuentro era digno de una repetición de la final de la Copa de Europa. El campeón perdió el mando por un instante (47-45), inspirados los chicos de Bartzokas en las capturas bajo el aro. Se rebelaron entonces Campazzo y Musa, especialmente en trance el alero bosnio con 16 puntos en el tercer cuarto, cuatro triples (57-61).
Con otro chispazo exterior de Musa comenzó el último asalto, y respondió Walkup con la misma medicina. Deck y Hezonja habían contenido la sangría en el rebote junto a Tavares en un final muy apretado (68-69). Los griegos apostaron a todo o nada y patinaron en el perímetro (9 de 33). Con la sabiduría de Campazzo y la intimidante defensa de Tavares le bastó al Madrid para demostrar quién es el campeón.
OLYMPIACOS, 71; R. MADRID, 77
Olympiacos: Walkup (17), Canaan (7), Papanikolau (8), Peters (8), Fall (10) —equipo titular—; Lountzis (1 ), Larentzakis (9), Brazdeikis (2), Milutinov (4), Sikma (0) y Mckissic (5).
Real Madrid: Campazzo (9), Causeur (0), Musa (23), Ndiaye (5), Tavares (11) —equipo titular—; Alocén (0), Hezonja (18), Poirier (0), Llull (6) y Deck (5).
Parciales: 19-23, 17-14, 21-24 y 14-16.
Árbitros: Belosevic, Hordov y Rossi. Eliminaron a Walkup por faltas personales.
Pabellón de la Paz y la Amistad.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.